Nuestra gente : Relatos del Cayambe antiguo

Índice -- Cayambe intervino en la explotación del caucho -- Ya no disparen, se acaba la gente -- La toma de la plaza era con sangre -- La vuelta al ruedo se hizo con polleras y malas señas -- "No te pido Guachalá" y el primer foco guerrillero Saludos, camaradas -- La alfabetización de los indígenas se castigó con la cárcel Un socialista cayambeño fue a la cárcel por perjuro -- La estación del tren era una feria -- Añango octava o tapa huecos -- Flujos migratorios y mestizaje -- Una mujer gigante vivió en Cangahua -- El canal de Guanguilquí, proesa de la ingeniería -- Rubén Rodríguez, líder de la lucha popular y constructor del progreso -- Una maestra guapísima fundó la primera escuela de niñas -- La plaza de "las Hermosas" -- Granadinas made in Cayambe -- Un cura al horno en Ascázubi -- Robert Wagner no congeniaba con Patrón Galito -- La mina de oro del gringo Schweitzer -- El hombre de fina estampa -- El Maestro Luis Humberto Salgado Sergio Mejía Aguirre y su Negra Mala -- En Cayambe hubo más leche que agua -- El "Express Cayambe" daba servicio a domicilio Imprenta Cayambe, pionera de la industria gráfica -- El arpa de don Anibalito -- Los dirigentes deportivos saldaron las desavenencias entre Cayambe y Tabacundo -- Las convocatorias se hacían con bombo y a todo pulmón Mama Clara Meza desafió la excomunión del cura Manuel Acosta -- Las primeras radios de Cayambe se sintonizaban en todo el mundo -- El fútbol amateur fue más emocionante -- Jarrín, la amenaza ecuatoriana -- Los músicos tenían fama de mocistas y borrachos -- Los novicios del Domingo Savio Desagravio a Luis H. Jarrin -- Apuntes del Patrimonio Cultural de Cayambe -- El arte de las casas antiguas -- Las fiestas de fin de año y de inocentes -- La volateria -- Réquiem por los oficios -- Las viudas de la Cooperativa "23 de Julio -- Domingo Dominguín pidió que le enterraran en Cayambe --